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4.1.3.- DILEMAS ÉTICOS PROFESIONALES


4.1.3.- DILEMAS ÉTICOS PROFESIONALES





En la vida cotidiana como en la administración se presentan con frecuencia situaciones complicadas para tomar decisiones con sentido ético. Pero, primero debemos percibir que se nos está presentando una situación en donde se debe de tomar una decisión en donde está implícito el decidir por lo adecuado o por lo inadecuado. Es evidente la trascendencia que tiene la percepción en la toma de decisiones, puesto que es un elemento crucial en las diferentes actividades de las empresas. Para los administradores que tienen responsabilidades en las instituciones y organizaciones, deben de contar con la habilidad de para la toma de decisiones, ya que en la actualidad es una de las facetas más importantes para el éxito organizacional.



Pero no solamente es en el campo laboral la necesidad de tener la capacidad de percepción de situaciones incómodas en las cuales se deberán de tomar las decisiones más adecuadas, también se requiere tanto en el ámbito privado como en el profesional, las decisiones que se tomen son determinantes en los individuos para el presente y el futuro, así como para las instituciones y organizaciones. Es por ello, que es decisivo que se siga un proceso racional y reflexivo bien planificado.

Entendiendo por percepción al proceso activo de percibir la realidad y organizarla en interpretaciones o visiones sensatas, esta definición es del autor Eduardo Soto del libro “Comportamiento Organizacional”. Cada persona cuenta con características que influyen en la percepción como pueden ser: intereses personales y profesionales, económicos, religiosos, partidistas, experiencias personales y profesionales; actitudes que pueden ser positivas o negativas, la personalidad, entre otras.

Ahora bien, a este tipo de situaciones en donde se debe de tomar decisiones correctas o incorrectas se les denomina dilemas éticos o disyuntivas éticas; problemas de carácter ético, que se presentan de manera frecuente en el mundo de las instituciones y organizaciones, sean éstas, públicas o privadas.

Eduardo Soto Pineda y José Antonio Cárdenas Marroquín autores del libro “Ética en las Organizaciones”, definen el dilema ético como: “Argumento formado de dos proposiciones contrarias disyuntivamente, con tal artificio que, negada o concedida cualquiera de las dos, queda demostrado lo que intenta probar (duda/disyuntiva).

“De acuerdo con LaRue Tone Hosmer (1987), los problemas éticos son verdaderos dilemas gerenciales, porque representan un conflicto entre el desempeño económico de la organización (medido por las ventas, costo 176 y beneficios) y su desempeño social (expresado en términos de obligaciones a las personas tanto dentro como fuera de la organización)”.

Stephen P. Robbins define disyuntivas éticas como: “Situaciones en las que se requiere que los individuos definan la conducta correcta e incorrecta”.

Es aquí donde debemos recordar que para tomar las mejores decisiones en situaciones donde se presenten dilemas éticos profesionales, tienen una gran importancia las diferentes inteligencias del ser humano, ya que gracias a ellas se impulsa la voluntad en las personas para seleccionar la mejor alternativa para la solución de problemas de carácter moral o dilemas éticos que se presentan en la práctica profesional o en asuntos personales. Se necesita no sólo la inteligencia cognitiva o cognoscitiva; que nos ayuda con las aptitudes de los conocimientos; sino tendremos que hacer acopio de la inteligencia emocional, para el control y manejo de nuestras emociones; la social, a través de la capacidad que nos proporciona para tener buenas relaciones con los demás; la inteligencia cultural, por medio del reconocimiento y habilidad para desarrollarnos en un medio multicultural; y la ecológica, que es la conciencia y reflexión del individuo sobre la preservación del medio ambiente y bienestar de la humanidad. Inteligencias múltiples, que le facilitarán al profesionista, contar con la voluntad moral para la solución de diversas disyuntivas éticas.



En las organizaciones e instituciones se deben de tomar decisiones acertadas en los diversos dilemas éticos que se les presenten a los empleados, principalmente por parte de los directivos y administradores para que se tenga el éxito deseado en corto, mediano y largo plazo; de esta manera se tendrá estabilidad en el trabajo para los profesionistas y la consecuente consolidación de las fuentes de trabajo. Para ello, los profesionistas deberán contribuir participando en la elaboración de códigos de ética para que ayuden a los empleados en las decisiones que deban de tomar para los desafíos que presentan los dilemas éticos; organizar programas de capacitación, cursos y seminarios para motivar a los empleados en conducirse adecuadamente, estimular con reconocimiento y premiación a los empleados que se distingan en su comportamiento moral en su actividad personal y laboral, entre otros.

Los dilemas éticos se presentan de manera cotidiana en las organizaciones e instituciones. Eduardo Soto Pineda y José Antonio Cárdenas Marroquín, autores del libro “Ética en las Organizaciones”, nos presentan una serie de ejemplos, en donde nos preguntan “qué se haría de parte nuestra ante las siguientes situaciones:

  • Usted descubre que uno de los productos de la compañía es defectuoso y que el gerente de línea responsable de su producción conoce la situación, pero no ha dicho nada.
  • Usted observa una imperfección en el diseño de un nuevo producto, pero al informar sobre ello, la persona no le hace caso.
  • Usted se entera que un superior hace uso indebido de las propiedades de la empresa.
  • Usted se encuentra bajo presión continua de un superior para que engañe a un cliente.
  • Uno de los vendedores, que es cuñado de su médico, lo invita a un elegante club de golf. Sabe que este vendedor está enviando la mercancía defectuosa a su empresa.
  • Usted sabe que varios miembros del departamento de ventas están manipulando la contabilidad para que parezca que cumplen con sus cuotas de venta.
¿Qué es lo que debe hacer? Si se tratara de una situación continua, ¿podría dejarla pasar? ¿Debe intentar cambiarla? Si no pudiera, ¿debería abandonar la compañía a causa de ello? ¿Cómo se sintió durante el proceso de decisión? Son preguntas difíciles de contestar. La realidad es que tales dilemas éticos pueden ocurrir en cualquier momento o en cualquier parte”.



El profesionista debe contar con una visión integral donde prevalezca el punto óptimo de realización de las personas, tanto en el campo profesional como en su vida familiar. Y sobre todo cuando ocupe un puesto directivo o ejecutivo, deberá tomar decisiones ante dilemas éticos, sobre cuánto es el tiempo máximo que deberán dedicar sus empleados al trabajo, con el propósito de que no se vean afectados buscando el equilibrio entre sus responsabilidades de trabajo y las de su familia.

Es definitivamente de gran trascendencia, el papel que debe desempeñar el maestro que imparte la cátedra de Ética en las instituciones educativas, pues como ya lo hemos expresado con anterioridad en este libro; existen diferentes maneras de enseñar y aprender la ética y la moral, por un lado, como estudios conceptualizados y teóricos y por otro lado, por medio de la práctica y empirismo del profesor llevando a cabo ejercicios de múltiples ejemplos de dilemas reales en la práctica profesional, que fomenten la reflexión en el estudiante para crear en ellos los hábitos y costumbres del buen proceder en situaciones de conflicto o dilemas éticos profesionales. Algunos autores podrían tener preferencia de enseñanza por una u otra, o por llevar una combinación de ambas

En lo particular, considero de gran beneficio el enseñar la Ética en donde el alumno fortalezca la capacidad de intuición y aceptación de los valores de manera individual, con el sustento teórico-práctico; la exposición de ejemplos reales de dilemas éticos tanto en lo personal como en lo profesional; fomentando la participación con respeto y cordialidad en las diferentes sesiones de clase; motivando y sensibilizando a los estudiantes en la práctica de los valores; descubriendo las fortalezas y debilidades de manera particular, concientizando a la vez en tener conductas de superación; creando un ambiente de confianza y empatía en el binomio maestro-alumno. Pues finalmente, no es suficiente el que los alumnos pasen la materia en base a los conceptos teóricos, sino además, debemos de manera vital, el de formarlos y prepararlos con las competencias éticas necesarias para que sean profesionistas que puedan enfrentar los desafíos de los dilemas éticos profesionales y en la vida misma.

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