4.1.2.- EL PROFESIONISTA Y SU ÉTICA EN EL EJERCICIO DEL LIDERAZGO.


4.1.2.- EL PROFESIONISTA Y SU ÉTICA EN EL EJERCICIO DEL LIDERAZGO.



El éxito o fracaso en las organizaciones e instituciones se debe generalmente a la existencia o la falta de un liderazgo ético. Es por ello, que el tema de liderazgo moral o ético ha tenido gran impacto e importancia para los estudiosos e investigadores en los últimos años en los diferentes países del mundo.
El pequeño Larousse Ilustrado nos define líder: m. (del ing. Leader, conductor). Jefe, dirigente. Y liderazgo como: m. Neol. Liderato.
El libro de “Ética en las Organizaciones”, de Eduardo Soto Pineda y José Antonio Cárdenas Marroquín, nos menciona algunas definiciones a continuación: “el proceso de llevar a unos grupos en una determinada dirección fundamentalmente por medios no coercitivos. Un liderazgo eficiente se define como aquel que produce un movimiento hacia el logro de lo que es mejor, a largo plazo, para los grupos”, de Kotter J. P., 1988.
“Es el proceso de motivar y ayudar a los demás a trabajar con entusiasmo para alcanzar objetivos”, Davis y Newstrom, 1991. Existen otras definiciones de diferentes autores:
Stephen P. Robbins, en su libro de “Comportamiento Organizacional”, define el liderazgo como: “la capacidad de influir en un grupo para que consiga sus metas”.
Richard M. Hodgetts en su libro “El Supervisor Eficiente”, liderazgo lo define así: “El proceso de influir sobre las personas para dirigir sus esfuerzos hacia el cumplimiento de determinada(s) meta(s)”.
James C. Hunter en su libro “La Paradoja”, definió como liderazgo: “El arte de influir sobre la gente para que trabaje con entusiasmo en la consecución de objetivos en pro del bien común”. Y en su nuevo libro “Las Claves de la Paradoja”, liderazgo lo define como: “Las habilidades para influir sobre la gente para que trabaje con entusiasmo en la consecución de objetivos en pro del bien común y con el carácter que inspira confianza”. En la anterior definición, son palabras claves, influir, habilidades, confianza y carácter.


En las instituciones y organizaciones se requiere de profesionistas con un liderazgo ético, y cada vez es más difícil para los líderes enfrentar los desafíos del actual entorno, caracterizado por los vertiginosos avances y cambios científicos y tecnológicos; pero además existen los graves conflictos morales que se presentan en las empresas en el siglo XXI. Es por ello, la necesidad de contar con liderazgos de carácter moral y ético en el ejercicio de las profesiones, pues no es suficiente que los profesionistas cuenten con los conocimientos y habilidades para resolver problemas; pues la falta de valores morales en los directivos como en los empleados, ha sido uno de los grandes motivos de los casos de fracaso en las organizaciones.
El profesionista en su ejercicio de liderazgo ético, tiene un poder personal ya que puede influir en las personas por medio de las relaciones y a través de ellas puede provocar o modificar conductas. Cuando hablamos de poder derivado de la persona nos referimos al que está sustentado en lo que las personas ven en el líder.
Idalberto Chiavenato en su libro de “Comportamiento Organizacional”, nos ilustra que el poder derivado de la persona basado en lo que otros observan del líder, podemos clasificarlos de la manera siguiente: 1) El poder de competencia en donde el líder es visto como fuente de conocimiento, orientación e inspiración. Las personas reconocen competencias superiores y experiencias del líder y, 2) El poder de referencia donde los subordinados pretenden identificarse con su líder, el cual es admirado por sus rasgos de personalidad. A este tipo de poder también se le denomina de manera popular carisma. La característica más importante del poder de referencia es la admiración y el deseo de parecerse al líder.
Para los ejecutivos y directivos de las instituciones y organizaciones, debe de existir un equilibrio entre la administración y el liderazgo ético del profesional; por un lado, deben tener clara una visión de los procesos, la operatividad y desempeño de los mismos, así como proyectos de mejora continua en la organización. Pero, por otro lado, se requiere que exista la sensibilidad hacia las personas, interés, apoyo en las tareas de influencia para que realicen con entusiasmo y en un ambiente de armonía y sobre todo de confianza que es, la base de todo liderazgo.
Cuando existe una verdadera práctica de liderazgo ético en los profesionistas que ocupan puestos directivos en las empresas, se refleja un bajo índice de rotación de personal, pues se dan las condiciones adecuadas del líder legítimo propiciando conductas morales en los individuos de respeto, libertad, compromiso, responsabilidad, honestidad, veracidad, humildad, generosidad, entre otros.
En el profesionista líder, el compromiso es quizá uno de los más importantes valores que debe inspirar en los empleados para que lo asuman con una visión de desarrollo personal y de grupo. El liderazgo ético del profesional, genera en los empleados la motivación para que sean lo mejor posible tanto en lo personal como en lo profesional.
La humildad en el liderazgo ético significa ser autentico y sin pretensiones ni arrogancia. La gente espera que los líderes tengan humildad y autenticidad, ser ellos mismos con las personas, no los quieren ver vanidosos, autosuficientes y pedantes.
La honradez es una cualidad que la mayoría de las personas seleccionan como prioritarias que debe tener un líder. Asimismo al contar con una persona con este atributo o cualidad de honradez nos inspira la confianza que se requiere para las buenas relaciones que deben existir en las organizaciones e instituciones.
La vocación de servir a los demás es una condición del liderazgo del profesionista para influir en los empleados; se caracterizan por establecer la misión, los valores éticos y morales, la responsabilidad y compromiso para alcanzar los indicadores en la empresa, apoyando y guiando a los miembros de su equipo para su desarrollo personal y profesional. Asimismo deberá de tratar con el debido respeto a sus empleados haciéndolos sentir lo que son: personas importantes. Dar el trato adecuado aún a los individuos que tienen problemas de comportamiento.


er generoso es satisfacer las necesidades de los demás en la medida que se pueda por parte del líder, incluso en algunos casos antes que las propias. Nos referimos a la atención de necesidades que requiera el trabajador o subordinado legítimamente para tener un bienestar físico o mental. La afabilidad es cuando el profesionista líder presta atención, aprecia y anima a las personas. Una de las mejores formas es la de prestar atención a los empleados es, escucharlos activamente. La escucha activa consiste en ver las cosas como las ve la persona con la que estamos conversando y tratar de sentir las cosas como él las siente. También podemos referirnos a la empatía.
La ética del profesionista en la práctica de su liderazgo se verá reflejado también en el dominio emocional antes situaciones de conflictos o adversidad. Debe ser ejemplo de conductas adecuadas ante problemas en donde tiene que demostrar un dominio de su persona para con los demás. Ya que si no tiene control sobre su comportamiento ante momentos de desafío que se le presenten, no podemos esperar que su equipo se controle y asuma responsabilidad ante este tipo de acontecimientos.
En el Modelo Educativo para el Siglo XXI, Formación y Desarrollo de Competencias Profesionales, en su apartad III. Dimensión Organizacional, del SNIT; está plasmado que, el ejercicio del liderazgo transformacional se caracteriza por:
Tener como fundamento la misión y la visión del Modelo Educativo del Sistema.
Crear el sentido de identidad y pertenencia al Sistema.
Promover la corresponsabilidad con la concreción del Modelo Educativo.
Fomentar el sentimiento de logro, satisfacción y trascendencia.
Reconocer y valorar las potencialidades y competencias del ser humano y propiciar su desarrollo.
Manifestar una actitud proactiva y mutuamente influyente que propicia el trabajo colaborativo, la producción académica y el alto desempeño, en un ambiente de equidad, respeto y cordialidad.
Motivar a las personas para lograr que propicien mejoras sustanciales en los grupos y equipos de trabajo.
La ética profesional del líder en la práctica de su profesión, conlleva a favorecer las metas comunes y compartidas de los empleados, fomenta el trabajo en equipo y en grupo para desarrollar estrategias de innovación y propicia acciones emprendedoras para el mejoramiento continuo en los diferentes procesos, motivando a sus trabajadores para que contribuyan con el mejor de sus esfuerzos, capacidades y conductas morales, en el logro de la metas de calidad y competitividad de las instituciones y organizaciones


Es una magnífica oportunidad de transcribir lo que afirmó en relación a un liderazgo con vocación de servir, un personaje considerado como un gran líder en el mundo, me refiero a Martín Luther King, quien reconoció que: “Todo el mundo puede ser noble porque todo el mundo puede servir. No es necesario un título universitario para servir. Usted no tiene que saber conjugar todos los verbos para servir… no necesita conocer la segunda ley de termodinámica para servir. Sólo necesita un corazón lleno de amor. Un espíritu benevolente”.
El liderazgo ético del profesionista en el ejercicio de su profesión, es una filosofía puesta en práctica que apoya, atiende, motiva, y colabora con sus subordinados para que puedan desarrollar al máximo sus capacidades, para satisfacer sus necesidades legítimas tanto personales como laborales. Manifiestan una actitud proactiva y una filosofía de colaboración en el trabajo. Son líderes siempre dispuestos a servir en un ambiente de justicia, respeto y armonía; ellos se enriquecen no sólo en sus relaciones sociales sino además, espiritualmente.
En la actualidad es un gran desafío consolidar y fortalecer la administración moral de liderazgo, conducta de los empleados, toma de decisiones éticas, responsabilidad social. Para contar con una administración de esta naturaleza ética es necesaria la permanente y sistemática sensibilización de los directivos y ejecutivos en torno a procesos de reflexión ética para decidir en base a valores; y con este tipo ejercicios para el análisis y concientización moral de las personas en las empresas, se establezcan los criterios que regirán para establecer modelos morales que serán de gran impacto para el logro de un ambiente ético en las instituciones y organizaciones.
El liderazgo profesional ético deberá estar al servicio de las instituciones y organizaciones; teniendo entre sus prioridades el cuidar siempre que las acciones, decisiones y disposiciones que se tomen dentro y fuera de ellas sean apegadas a normas morales y éticas; con el propósito por un lado, de velar por los intereses de las personas para que exista estabilidad en el trabajo y por el otro, de contribuir con las empresas para que puedan tener un desarrollo de bienestar económico, social y político.


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