1.1.2 En el ámbito académico.
El sentido de aprender sobre ética.
En el ámbito académico el significado y sentido del comportamiento ético es
de gran trascendencia para las diferentes generaciones, ya que dentro de las
instituciones educativas se debe consolidar la formación de principios y valores
éticos en los alumnos, y cuando mencionamos lo anterior nos referimos de que es
la continuidad, reforzamiento y desarrollo de los valores y conductas del
comportamiento ético adquiridos en los orígenes de cada familia. Pues sabemos
que es en la familia donde iniciamos los seres humanos la primera etapa en el
proceso del significado y aprendizaje de los valores. Pero, es de la mayor
relevancia la misión del maestro para lograr la sensibilización en los alumnos,
para que éstos, tengan un verdadero crecimiento y perfeccionamiento en la
conducta, contribuyendo de esta manera, lograr mejorar la calidad en la
educación, siendo uno de los grandes propósitos de los gobiernos.
Uno de los factores determinantes para un verdadero aprendizaje de la ética
en los alumnos, tanto en el aspecto teórico como práctico, es el que los
maestros inspiren confianza y respeto al impartir la cátedra, indiscutiblemente
con la honestidad de hablar con la verdad y libertad pero siempre ésta
acompañada de responsabilidad. En la actualidad quien enseña la ciencia de la
ética, tiene la necesidad de conocer al menos lo valores que tienen y la
situación en la que viven cada uno de los alumnos, para que, en su caso exista
comprensión en algunas realidades individuales adversas y ello nos facilite a
la empatía que el profesor debe tener hacía su universo de discípulos. Lo
anterior es determinante para que exista un ambiente cordial en donde se
facilite el proceso enseñanza-aprendizaje en el maravilloso mundo de la Ética.
En el Modelo Educativo para el siglo XXI, el Sistema Nacional de Institutos
Tecnológicos, la misión la define y se resume en “ofrecer servicios de
educación superior tecnológica de calidad, con cobertura nacional, pertinente y
equitativa, que coadyuve a la conformación de una sociedad justa y humana”.
Asimismo, se menciona: “En consecuencia, y con un sentido del deber, en el
Sistema se permea en la conciencia de su comunidad la reflexión Ética que ha
guiado históricamente a la humanidad, como principio y fundamento del desarrollo
individual y social, especialmente en lo que concierne a la dignidad humana, la
libertad, la justicia, la equidad, la verdad, el respeto, la responsabilidad y
la solidaridad, que deben integrarse a la formación profesional que se ofrece y
se forja en nuestras instituciones, con el fin de que esos valores se asuman,
se reproduzcan y contribuyan al desarrollo de las personas, las regiones y el
país”.
Es en consecuencia, una gran responsabilidad que como maestros se tiene,
ante un escenario en donde es común escuchar que existen vacíos de valores
éticos y falta de un sentido moral tanto en las personas como en las
organizaciones públicas y privadas. De ahí la gran relevancia de formar
estudiantes con un alto sentido de exigencias éticas y poder llevarlas a la
práctica, contribuyendo de esta manera al fortalecimiento de una conciencia
crítica de nuestra realidad, con libertad, justicia, responsabilidad, para que
los egresados puedan desarrollarse en sus máximas capacidades y potencialidades
para su beneficio propio y de la sociedad.
Para que se logre un desarrollo integral en los a los alumnos, se deben de
motivar además de aprender los nuevos conocimientos teórico-prácticos que nos
ofrecen la ciencia de la Ética; la vocación al arte, el deporte como parte
formadora de la juventud”, pues es oportuno mencionar la expresión válida que
nos dice: “en cuerpo sano mente sana, así como la práctica de la religión, en
relación a dicha práctica, Raúl Gutiérrez Sáenz en su libro “Introducción a la
Ética” nos expresa: “Lo principal en la religión es la tendencia de la
inteligencia y de la voluntad hacia DIOS. Es de carácter interno, personal
y, tal vez, lo más íntimo entre los afectos y pensamientos del hombre”.
Se debe propiciar en los alumnos para que desarrollen en su máxima
expresión las inteligencias múltiples, pues además de la inteligencia
cognoscitiva, debemos poner énfasis en la emocional, social, ecológica,
cultural entre otras, ya que deben estar íntimamente relacionadas y sustentadas
en los valores éticos de los seres humanos. Por ejemplo, cuando el maestro
trabaja con los alumnos en el estudio de la inteligencia emocional, se
fortalece en ellos el control de sus sentimientos y emociones, preparándolos
para que tengan la habilidad de tomar las mejores decisiones cuando tengan ante
ellos disyuntivas éticas en la vida. Por lo que es una premisa de parte de los
maestros la transmisión de sus conocimientos para que los alumnos adquieran los
procedimientos y actitudes que sean necesarios para un buen desempeño, eficiente,
de calidad ante los diversos y cambiantes desafíos en los sectores laboral,
productivo, científico y tecnológico.
Ante las exigencias del mundo actual, donde se demandan cada vez más,
profesionales competitivos para puestos de trabajo; Es por ello, que los
maestros para lograr dicho propósito deben estar actualizados y en un proceso
permanente de mejora continua; ante retos como las innovaciones, el acelerado
avance de la ciencia y la tecnología, la permanente dinámica de las empresas y
las personas, los nuevos indicadores nacionales e internacionales de calidad de
la competencia así como la integración de los ambientes multidisciplinarios y
multiculturales, entre otros.
Los profesores deberán llevar a cabo un sentido de formación de los alumnos
sustentado en el saber con el saber hacer, promoviendo el desarrollo de
competencias profesionales en las que predomine la toma de decisiones
éticas. Es decir, propiciar un ambiente para la creación de un sentido
humanístico en los estudiantes, para que, cuando sean profesionistas
contribuyan con aportaciones que ayudarán a mejorar la convivencia de la
sociedad en general.
Concientizar a los alumnos por parte de los maestros a través de la
investigación, el análisis y la reflexión sobre los valores y comportamientos
éticos multiculturales y su comprensión en los dos ámbitos, tanto en el
nacional como a nivel mundial. Seminarios internacionales y conferencias
promovidas por la relación didáctica estudiante- docente serán de gran
beneficio para lograr una visión de manera objetiva para estar acordes con el
acontecer del mundo.
Nos dice Raúl Gutiérrez que dos conceptos aclaran el modo como son captadas
en la mente los temas propios de la Ética. Menciona la existencia de dos
vocablos alemanes, Verstand y Vernunft. En congruencia nos dice que existen dos
modelos de enseñar Ética, cuando predomina la Verstand, la Ética se vuelve
rigurosa, racional, exacta, pero al mismo tiempo es fría. Cuando predomina la
Vernunft, la Ética se vuelve axiológica, intuitiva, y se aprecia como una obra
de arte. En mi caso muy personal, en mi función como docente, utilizo ambos
métodos, por un lado, el modelo Verstand se trata de la inteligencia en cuanto
a la conceptualización, analiza, razona y percibe con claridad un significado; pero
me inclino por la Vernunft en donde es prioritario dar ejemplos concretos y
reales, generar la motivación tanto de los estudiantes como en mi persona para
tener conversación animada en cada clase, la actitud positiva, la
retroalimentación en relación a los diferentes conceptos y casos prácticos, la
participación de los alumnos, los ejemplos personales, la comprensión de la
situación personal del alumno; todo esto, nos conlleva a un ambiente de armonía
donde el alumno se siente en un estado emocional de confianza, respeto y
cordialidad, propiciando cambios sustanciales como ser humano en el estudio
de la Ética.
La dinámica constante de los comportamientos éticos y relaciones humanas,
aunado las manifestaciones en un mundo globalizado; obligan a los maestros a
plantearse desafíos interesantes en el ámbito de las consideraciones del
comportamiento ético, pues ello exige nuevos enfoques de colaboración y
cooperación, en donde se involucren con todos los actores que participan en la
tarea de formar profesionales con un espíritu y conciencia de universalidad en
el trabajo individual y colectivo.
Una de las tareas más nobles que los profesores deben de asumir en el
ámbito académico, es hacer sentir, que cada uno de sus alumnos es muy especial,
el respeto mutuo, la confianza, la responsabilidad, la empatía, la cordialidad
y enseñarles a ser humildes y fomentar en ellos el servir a los seres humanos,
sobre todo a los más desprotegidos desde el punto de vista económico y social,
y que les sirva a ellos esta enseñanza como base para ser personas con
integridad, con un alto sentido de vocación de servir a los demás y sobre todo
ser personas generosas.
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